Una persona de más ochenta años cayó fulminada por lo que se dice un infarto, ante la mirada de una decena de personas quienes no hicieron algo para ayudarlo. Fue hasta la llegada del coordinador de protección civil quien le ayudó llevándolo para el hospital local.
FREDY PAREDES
BALANCAN
Una persona de más de ochenta años cayó fulminada la mañana de este miércoles por lo que se dice un infarto, justo cuando caminaba por el interior, en la parte baja, del ayuntamiento de Balancán.
Agustín Juárez, de 85 años, había llegado solo al edificio público, a eso de las 10:30 de la mañana, y de repente, según testigos del lugar, se precipitó al suelo, frente a las oficinas de finanzas y administración, donde otra persona logró subirlo a una banca de metal que ahí mantienen.
Ante la mirada de curiosos, el octogenario se dolía del pecho y manifestaba su dificultad para respirar al grado que colgó los brazos y dejo caer su quijada inferior. Nadie hacía algo por ayudarlo.
Fue después de algunos minutos que llegó el coordinador de Protección Civil, Pedro Muñoz Cámara, y haciendo uso de algunos conocimientos de primeros auxilios, dio masajes al de la tercera edad, para después cargarlo y llevarlo para afuera del edificio público con rumbo al hospital local.
En el trayecto a la calle encontró la camioneta del Director de Seguridad Pública, quien no quiso bajarse de su unidad y pidió que al moribundo lo pusieran en la parte trasera de la camioneta.
Luego de varios minutos fue internado en el Nosocomio de la ciudad, en donde elogiaron la intervención del coordinador de protección civil, ya que de otro modo, el viejecito hubiera muerto ante la mirada de todos.
FREDY PAREDES
BALANCAN
Una persona de más de ochenta años cayó fulminada la mañana de este miércoles por lo que se dice un infarto, justo cuando caminaba por el interior, en la parte baja, del ayuntamiento de Balancán.
Agustín Juárez, de 85 años, había llegado solo al edificio público, a eso de las 10:30 de la mañana, y de repente, según testigos del lugar, se precipitó al suelo, frente a las oficinas de finanzas y administración, donde otra persona logró subirlo a una banca de metal que ahí mantienen.
Ante la mirada de curiosos, el octogenario se dolía del pecho y manifestaba su dificultad para respirar al grado que colgó los brazos y dejo caer su quijada inferior. Nadie hacía algo por ayudarlo.
Fue después de algunos minutos que llegó el coordinador de Protección Civil, Pedro Muñoz Cámara, y haciendo uso de algunos conocimientos de primeros auxilios, dio masajes al de la tercera edad, para después cargarlo y llevarlo para afuera del edificio público con rumbo al hospital local.
En el trayecto a la calle encontró la camioneta del Director de Seguridad Pública, quien no quiso bajarse de su unidad y pidió que al moribundo lo pusieran en la parte trasera de la camioneta.
Luego de varios minutos fue internado en el Nosocomio de la ciudad, en donde elogiaron la intervención del coordinador de protección civil, ya que de otro modo, el viejecito hubiera muerto ante la mirada de todos.
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