CONTINÚA EN INCOGNITA EL TESORO DEL ÚLTIMO EMPERADOR AZTECA CUAUHTEMOKZIN
Fernando Escudero Sandoval
Corresponsal
Tenosique, Tabasco.- El tesoro aquí esta, aseguró María Piña Hernández ancianita de más de 75 años de edad quien relató sus vivencias en relación al descubrimiento de restos de la cultura maya en el ejido Canitzan, pues dijo que vio las luces y que el tesoro fue colocado entre medio de dos árboles de mangos, la luz azul se levanta cerca de medio metro de la tierra y permanece así por varios minutos.
El lugar al que se refiere la señora Piña Hernández, quien anduvo acompañada de Tomas Vázquez Morales delegado del poblado, se ubica en el extremo norte de la pintoresca comunidad, a escasos cien metros del rió, solo se cruza una carretera gravada y se ven los pequeños
montículos en un potrero de donde también muchos pobladores han sacado diversos objetos que delata la presencia de antiguas culturas en esta región.
Tras haberse recorrido la comunidad por varios horas durante este fin de semana, buscando indicios que testifiquen que el tesoro del último emperador azteca se encuentre enterrado en Canitzan como aseguran los pobladores del lugar, los hallazgo de piezas arqueológicas salieron a relucir como testigos mudos que guarda la historia de una civilización que tuvo lugar en esta región.
Los sucesos misteriosos que los habitantes de diversas edades de Canitzan, aseguran han visto en la parte oeste a escasos dos kilómetros del poblado donde se encuentra la laguna, la cual esta conformada por más de 500 hectáreas son reales aseguraron los habitantes, las luces de color azul que han podido observar en la superficie de la tierra, les hace creer que puede haber algunos objetos de gran valor que aun permanece bajo el agua o bajo la tierra ya que la laguna continua siendo un gran misterio al igual que muchos otros montículos que están a la vista.
Caminar de día o de noche la más de 2 Mil hectáreas que conforman el ejido Canitzan, ha sido a través de los tiempos fortuna para algunos que vivieron en esta región y que lograron obtener algunos beneficios al encontrar en sus parcela piezas importantes que comercializaron, si embargo para otros el sueño y la esperanza de que aun podrían encontrar el tesoro de Cuauhtémoc continua siendo un gran desafió que los mantiene en su comunidad esperando la visita del personal del INAH que con autoridad pudieran descifrar el enigma.
Fernando Escudero Sandoval
Corresponsal
Tenosique, Tabasco.- El tesoro aquí esta, aseguró María Piña Hernández ancianita de más de 75 años de edad quien relató sus vivencias en relación al descubrimiento de restos de la cultura maya en el ejido Canitzan, pues dijo que vio las luces y que el tesoro fue colocado entre medio de dos árboles de mangos, la luz azul se levanta cerca de medio metro de la tierra y permanece así por varios minutos.
El lugar al que se refiere la señora Piña Hernández, quien anduvo acompañada de Tomas Vázquez Morales delegado del poblado, se ubica en el extremo norte de la pintoresca comunidad, a escasos cien metros del rió, solo se cruza una carretera gravada y se ven los pequeños
montículos en un potrero de donde también muchos pobladores han sacado diversos objetos que delata la presencia de antiguas culturas en esta región.Tras haberse recorrido la comunidad por varios horas durante este fin de semana, buscando indicios que testifiquen que el tesoro del último emperador azteca se encuentre enterrado en Canitzan como aseguran los pobladores del lugar, los hallazgo de piezas arqueológicas salieron a relucir como testigos mudos que guarda la historia de una civilización que tuvo lugar en esta región.
Los sucesos misteriosos que los habitantes de diversas edades de Canitzan, aseguran han visto en la parte oeste a escasos dos kilómetros del poblado donde se encuentra la laguna, la cual esta conformada por más de 500 hectáreas son reales aseguraron los habitantes, las luces de color azul que han podido observar en la superficie de la tierra, les hace creer que puede haber algunos objetos de gran valor que aun permanece bajo el agua o bajo la tierra ya que la laguna continua siendo un gran misterio al igual que muchos otros montículos que están a la vista.
Caminar de día o de noche la más de 2 Mil hectáreas que conforman el ejido Canitzan, ha sido a través de los tiempos fortuna para algunos que vivieron en esta región y que lograron obtener algunos beneficios al encontrar en sus parcela piezas importantes que comercializaron, si embargo para otros el sueño y la esperanza de que aun podrían encontrar el tesoro de Cuauhtémoc continua siendo un gran desafió que los mantiene en su comunidad esperando la visita del personal del INAH que con autoridad pudieran descifrar el enigma.
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