ABUSO POLICIACO CONTRA LA PRENSA

periodistas.es
Policías irrumpen en un periódico de Ciudad Juárez para exigir las fuentes de información de un periodista
Cerigua.- El Centro de Periodismo y Ética Pública (CEPET) de México ha denunciado que policías armados irrumpieron en las instalaciones del periódico "El Mexicano", que circula en Ciudad Juárez, Chihuahua, al norte de México, para buscar al columnista Mario Silva, colaborador del diario y exigirle que revelara sus fuentes de información.
[08-11-2008]
Rafael Navarro Barrón, director de "El Mexicano", informó que fue Gerardo Hernández Ibarra, delegado de desarrollo Urbano y Ecología de Chihuahua, quien ordenó el operativo, ya que el columnista lo había involucrado en un fraude, en una de sus colaboraciones.En su columna "Politikón", del 29 de octubre pasado, Silva comentó que un líder de comerciantes poseía un documento firmado por el funcionario que refería el pago de 800 mil pesos (aproximadamente 62 mil 200 dóloares), por la adquisición de un terreno, que es ocupado por un mercado.Hernández Ibarra negó la acusación del comerciante y anunció que lo iba a demandar por difamación; y el 4 de noviembre, agentes adscritos a la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua irrumpieron a las 9 horas en las instalaciones de "El Mexicano", sin ninguna orden de registro y dijeron ser elementos del Departamento de Delitos Contra la Paz, la Seguridad de las Personas y la Fe Pública.Luis Carlos Carrasco, jefe de información, atendió a los policías acompañado de un fotógrafo; los agentes les solicitaron que se identificaran, pero cuando los periodistas les pidieron lo mismo, éstos se negaron y los insultaron.Una policía, identificada como agente Pérez, dijo que ellos "eran la autoridad y que los reporteros estaban obligados a dar la información que la investigación requería"; los periodistas respondieron que "conocían la ley y no tenían por qué revelar información, menos si era solicitada de forma prepotente y que si buscaban a un columnista, que lo hicieran en su domicilio, pues en sus artículos expresaba puntos de vista personales".El jefe de información pidió al fotógrafo que tomara unas fotos a los agentes, pero estos se taparon la cara; le arrebataron la cámara y la lanzaron a la basura, para luego salir en dos vehículos oficiales.